sábado, 8 de octubre de 2022

Fandango

 


    Al ritmo, caminando cogidos de la mano. Yo de traje y ella guapa. Apresurados. En la solapa una rosa que no al mucho le ofrecí y ella aceptó. Luego se la llevó al pelo y compuso un cuadro.

    Sonaban campanadas de boda desde una iglesia cercana, a mí se me anudó la garganta. Ella me miró, y luego me miró, y luego me miró… Y llegamos.

    Alguien me dio un empujón, hice una reverencia inclinando apenas la espalda y tomé asiento. Por detrás sonaban las palmas. Luego, en silencio y al cobijo de lo oscuro, sostuve con pulso firme pero suave el mástil. Esperé lo que había que esperar y le entré en un arrebato por fandangos. Ella apareció llenando el espacio y al hacer volar la cola de una patada, a mí me dejó en el filo y el resto cayó por el barranco.

© Fotografía y texto: Ildefonso Vilches Ruiz.

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