Al fin se ha derretido la nieve y ha salido el sol. Los campos lentamente van reverdeciendo, aunque permanecen todavía húmedos, mientras los arroyos aumentan enormemente su caudal. En las casas, el frío continúa impregnando las paredes de los cuartos.
Hoy, bien temprano, salgo tranquilo por la vereda que lleva a mi campo, dejando que los rayos del sol me acaricien las espaldas, respirando fuerte para sentir las fragancias de las plantas aromáticas y guiñando los ojos porque aún no se han habituado a la claridad.
Hoy volveré tarde. Hoy pienso entretenerme por esas lomas.
© Fotografía y texto: Ildefonso Vilches Ruiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario